El examen de la controvertida ley que introduce el “Ius soli”, por el que los niños nacidos en Italia de padres extranjeros podrían conseguir la nacionalidad, se aplazó hoy a enero, por lo que definitivamente no se aprobará ya que la legislatura probablemente concluirá a finales de año.

Hace apenas seis años el 71% de los ciudadanos era partidario de conceder la nacionalidad a los hijos de inmigrantes nacidos en Italia. Hoy ese porcentaje es completamente diferente: la mayoría, el 54%, se opone -según el último sondeo publicado por Ipsos-.
A pesar de que el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, había garantizado que se empeñaría en su aprobación porque era una “obligación moral”, el temor a que esta ley que divide a los italianos tenga repercusión en las urnas ha hecho que su aprobación siempre se haya prorrogado.
El presidente del Senado, Pietro Grasso, aplazó el examen de este proyecto de ley al 9 de enero al constatar que faltaba el número legal para comenzar la discusión.
El proyecto de ley para introducir el “Ius soli” (derecho de suelo) fue presentado por el Partido Demócrata de Matteo Renzi para conceder la nacionalidad a cerca de 800.000 niños nacidos en el país de padres extranjeros y que no pueden tener la nacionalidad ya que en Italia existe el “Ius sanguinis” (derecho de sangre), por lo que un niño es italiano solo si al menos uno de los progenitores lo es.
La ley, que fue aprobada en la Cámara de los Diputados en 2015, preveía que para que los nacidos en el país obtengan la nacionalidad italiana es necesario que uno de los dos padres tenga un permiso de residencia indefinido.
 
Además, el proyecto de ley introducía la llamada “ius culturae” (derecho cultural) que da la posibilidad de conseguir la nacionalidad italiana a los niños extranjeros menores de 12 años y que han ido al colegio durante al menos cinco años consecutivos.
Para los niños que han llegado a Italia después de los 12 años, la norma preveía que se hayan acumulado seis años de residencia en el país y la asistencia al menos a un ciclo escolar.

Sólo 2,6% de refugiados

En 2016 sólo el 2,65% de los inmigrantes que llegaron a Italia eran refugiados. El resto, que no consiguió el estatus, permaneció en el país europeo de manera ilegal.
Según ha publicado ACNUR, un total de 181.436 inmigrantes cruzaron el Mediterráneo hasta Italia en 2016, batiendo todos los récords de la historia reciente. Esta cifra no incluye a aquellos que lograron acceder al país sin ser detectados. Tal y como publica Breitbart, el recuento se ha hecho en base a los registros efectuados por las autoridades y ONG italianas.
Del total, sólo 4.808 han obtenido asilo en el país (un 2,65%). La estadística ha revelado que la mitad de los inmigrantes que ha llegado a Italia (90.334) ni siquiera solicitó la condición de refugiado, desapareciendo del radar de las autoridades y distribuyéndose a lo largo y ancho del país.

El resto (91.902) solicitó asilo y el 60% de los mismos ha visto cómo sus peticiones fueron rechazadas. Otro 21% (18.879) obtuvo ‘protección humanitaria’ y el 14% (12.873) consiguió ‘protección subsidiaria’.