‘El presidente ha permitido legitimarse a los independentistas’
EspañaLas movilizaciones de la sociedad no se han traducido en las urnas. Ese es el grave problema español, de articulación de la sociedad de una nación. Esas dos grandes manifestaciones se han convertido simplemente en un desahogo de muchos años de estar sometidos gran parte de la población catalana, aquellos que hablamos castellano y no comulgamos con la ideología nacionalista, pero simplemente ha sido un desahogo. A la hora de la verdad la alta participación demuestra que evidentemente los controles políticos de los nacionalistas y pactos, el espectáculo al que hemos asistido, y la debilidad del Estado español ha sido y seguirá siendo pasmosa. Haciendo campaña unos delincuentes después de haber dado un golpe de Estado, les monta un plebiscito para que tengan la posibilidad de legitimarse.
Lo tendría que haber hecho es haber aplicado el 155. Ahora a Rajoy no le queda más remedio que dimitir y dejar la política porque es un necio políticamente hablando. Es un absoluto necio.
El Gobierno no tiene que levantar el 155 mientras no acaten especialmente la Constitución y digan que no hay República catalana, y el PP debe refundarse. Es un disparate todo. No tengo palabras ya. La dimisión de Rajoy y de Soraya debería producirse hoy.
Por otra parte, el PP desaparece. Pasa a ser irrelevante en Cataluña. Ya lo es en el País Vasco. Por tanto, la señal que envían estas elecciones al resto de España es que se produce un relevo en el centro y en el centro derecha donde el partido hasta hoy hegemónico en este sector social, que era el PP, es reemplazado por una nueva formación, Ciudadanos. Lo mismo que ha pasado en Francia. El partido de los republicanos ha sido sustituido por el del presidente Macron.
Los dos hechos fundamentales son estos: la gran victoria de un partido constitucionalista y el anuncio que hacen de que en el centro derecha español se produce un relevo de un partido antiguo, corrupto, sin ideas, sin convicciones por un nuevo partido de gente más joven, comprometida con sus convicciones.
El PP debe renovar su cúpula completamente y desaparecer Mariano, Soraya, Arenas y toda esta gente que está incinerada, y ser sustituidos por una generación de gente más joven, sin corruptelas, que tenga algún principio, como Pablo Casado. Una renovación completa, que además debería ir precedida de un congreso del partido en el que efectivamente el aparato no influyese y los militantes pudieran elegir. Si el PP no hace una operación quirúrgica de renovación total, está condenado a que le pase en España lo mismo que en el País Vasco.
Muchos querrán seguir con este proceso, que ha traído muchos problemas económicos y de convivencia en Cataluña. Nuestro llamamiento es que abandonen el camino del proceso separatista y que se puedan llegar a acuerdos con ellos dentro del marco legal. A ver si es posible. Lo que pasa es que nosotros los conocemos y tienen muy interiorizado esto de la República y todas esas cosas que andan por ahí pintando y, por tanto, nos mostramos un tanto inquietos y esto se va a traducir en que las empresas seguirán deslocalizándose. La zozobra y el malestar crecerá debido a que la incertidumbre existe.
Estamos en el punto de partida prácticamente. Parece que han cambiado muchas cosas, pero no ha cambiado casi nada. Solamente saber, aunque sea moralmente, que un partido constitucionalista ganen las elecciones, pero es una victoria sin alas, poco valdrá.
-¿Qué opina de que en Sant Sadurní d’Anoia, la capital del cava, haya barrido el independentismo?
Que por desgracia, en Cataluña, sobre todo el mundo secesionista, está votando muchísimo por un tema emotivo, de sentimientos, y no es capaz de reaccionar sobre que lo que interesa realmente es la economía, el empleo, el crecimiento, y todo eso va a quedar paralizado en estos momentos si el nacionalismo sigue con su ruta. Una parte del pueblo catalán ya ha abandonado el concepto del seny porque no tiene ninguna explicación lógica, deberían estar agradecidos a estas grandes empresas, que se han deslocalizado, pero que siguen manteniendo sus unidades de producción en Cataluña. ¿Quieren que se vayan y los dejen en el paro?
Xavier Horcajo, periodista y escritor, presentador de La Redacción abierta de la tarde, de Intereconomía: 2.021.000 catalanes siguen en la locura de la independencia y 1.847.000 suman todos los que no, los que están en la Constitución y quieren defender la unidad de España. Desde ese punto de vista, las elecciones han sido un solemne fracaso. Han servido para que veamos que los partidos independentistas siguen teniendo una mayoría de votos a pesar de la comedia de que han votado a un tipo que está fugado de la Justicia española, lo cual supone un desafío.
¿Qué pasará ahora? Que montarán gobierno los independentistas porque para eso se van a entender perfectísimamente. Se les puede plantear algún problema a la hora de votar la investidura si es que el Gobierno cumple, y la Justicia cumple y sigue manteniendo en la cárcel a los golpistas, a lo mejor tienen algún problema y alguien les tiene que prestar algún voto. No creo que tengan enormes dificultades para conseguirlo, de modo que esto va a producir muchísima frustración. La de todos los españoles que han salido a la calle dos veces y que ayer fueron a votar, que ahora se dan cuenta de que eso no ha servido de gran cosa. Ayer fue muy bonito ver a Arrimadas ser la más votada y la que más escaños sacaba, pero eso no sirve para nada. Cataluña sigue dividida, las empresas se seguirán marchando porque no ha cambiado nada y siguen amenazadas sus estructuras allí, el empleo, y el futuro de los catalanes sigue enormemente amenazado.
Esto es un error descomunal de Mariano Rajoy, que encima resulta que el PP ahora es un partido absolutamente irrelevante en Cataluña, como nunca de irrelevante. No se han hecho las reformas a tiempo, la ley electoral es una basura y el resultado es el que tenemos. A partir de ahora, con un gobierno revalidado de unos ‘indepes’ crecidos, que creen que siguen gozando de la confianza para cumplir un programa que por la República, que decía Trapero fuera, amnistía para todos y olvídense del delito es un disparate.
Ayer escuchábamos a Puigdemont decir que quería una disculpa del jefe del Estado, y continuará con el procés porque todo lo demás les da igual. Y eso es un estado de enajenación que comparten más de 2 millones de catalanes, ayer lo demostraron.
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