El polaco Donald Tusk comienza su andadura al frente del Consejo Europeo
Día 01/12/2014 - 18.45h
«Es un europeo convencido y apasionado», ha dicho Merkel sobre quien ha sido elegido para suceder al belga Herman Van Rompuy
Ha sido el primer jefe de Gobierno polaco que reelegido democráticamente en Polonia, probablemente en siglos y ha logrado poner a su país en la primera división de la política comunitaria. Donald Tusk (57 años) toma hoy las riendas de la institución más relevante de la Unión Europea como encargado de presidir las cumbres donde de verdad se toman las decisiones que orientan el destino del continente. «Es un europeo convencido y apasionado», como lo definió la canciller alemana Angela Merkel al anunciar su elección por los demás miembros del Consejo para suceder al belga Herman van Rompuy.
Este último le ha entregado esta mañana la campaña que ha estado utilizando en las reuniones del Consejo Europeo para poner orden en las discusiones. A 28 países, el órgano que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno ya no puede permitirse el lujo ni siquiera de garantizar cinco minutos de tiempo de palabra a todos sus integrantes, o de lo contrario las reuniones serían aún más largas de lo que son. Lo más importante del trabajo que tendrá que desempeñar este polaco galardonado en 2010 con el Premio Carlomagno se lleva a cabo precisamente fuera de las reuniones, en los contactos con unos y otros, preparando el terreno para aproximar las posiciones.
En su primer discurso, que como había predicho el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha sido en un inglés fluido y más que correcto que ha desarrollado a marchas forzadas en los últimos meses, para anunciar «el regreso de la política, la vuelta de la historia» a Europa, lo que en boca de un polaco y en puertas de un conflicto entre Rusia y Ucrania, ambas enfermas de nacionalismo exacerbado, puede tener muchos significados. Los contornos de sus relaciones personales con Rusia son a esta alturas más importantes que el hecho de que venga de un país que no ha adoptado aún el euro.
Probablemente por ello en el mensaje de toma de posesión, en el gran atrio del edificio del Consejo, ha reiterado que la moneda única «es nuestra ventaja no nuestro problema», lo que es también un mensaje al gobierno británico y sus dudas sobre el futuro del proyecto comunitario.
Al empezar este mandato de dos años y medio (renovable solo una vez) Tusk le ha regalado a Van Rompuy un pedazo de ámbar «que en mi país es símbolo de buena suerte» y no han faltado quienes han comentado que frente al dorado retiro que le espera al belga, que ha anunciado que abandona la política, tal vez la buena suerte le será más necesaria a él.
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