lunes, 1 de diciembre de 2014

Sarkozy gana las primarias y lanza su campaña para volver al Elíseo

Sarkozy gana las primarias y lanza su campaña para volver al Elíseo

Día 01/12/2014 - 10.59h

El expresidente obtiene el 64,5% de los votos de los militantes para encabezar el partido conservador francés, la UMP

Nicolas Sarkozy ha sido elegido presidente de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), abriendo una nueva página en la historia política de la derecha francesa y comenzando la larga marcha hacia las próximas elecciones presidenciales, en abierta competencia con Alain Juppé, que tiene un proyecto político paralelo.
Por vez primera en la historia política francesa, un partido, la UMP, ha elegido a su presidente a través del voto directo de sus militantes por internet. Hubo pequeños problemas durante las dos primeras horas de la votación, consumada finalmente con éxito.
Según las primeras estimaciones, un 60% de los 280.000 militantes del partido habrían ejercido su derecho a voto para elegir el nuevo presidente entre Nicolas Sarkozy, Bruno Le Maire (ex ministro agricultura) y Hervé Mariton (ex secretario de Estado).
Con un 64,5 % de los votos, Sarkozy consumó una vuelta triunfal. Bruno Le Maire consiguió un 29,18 %, transformándose automáticamente en un peso pesado del nuevo conservadurismo francés. Hervé Mariton se hubiese considerado satisfecho consiguiendo el 10 %. Apenas ha conseguido un 6,3 %. Una derrota relativa para el ala derecha de la UMP.
Elegido presidente de un partido que ya presidió entre 2004 y 2007, Sarkozy tiene previsto un vasto proyecto de reformas: refundación del partido, con posible cambio de nombre; elaboración de un programa político de combate; integración de las distintas sensibilidades; posible preparación de las elecciones primarias que deben elegir, entre varios candidatos, el candidato definitivo de la UMP a la jefatura del Estado, en las elecciones presidenciales del 2017.
Sarkozy espera convertir la UMP en una maquinaria de guerra política que termine convirtiéndole en el líder natural de la derecha. Juppé espera salir victorioso de las elecciones primarias, previstas por los estatutos de la UMP.
Sarkozy es el candidato preferido entre los 280.000 militantes de la UMP. Según los sondeos, Juppé es el candidato preferido entre los 15 o 16 millones de electores de centro y derecha.
Se trata de dos legitimidades distintas y enfrentadas.
Su elección a la presidencia de la UMP confirma que Sarkozy es el candidato indiscutible entre los militantes, el núcleo duro del electorado conservador. Aritméticamente, sin embargo, ese núcleo duro es insuficiente para ganar una elección presidencial. Para ganar una presidencial francesa, es necesario ganar todos los votos del bando propio (derecha o izquierda), más algunos votos del bando adverso. En ese terreno, los sondeos sugieren que Juppé es el candidato que cuenta con una base electoral más amplia, ya que está dispuesto a negociar con algunos centristas (François Bayrou) que Sarkozy considera sus adversarios personales.
Alain Juppé y François Fillon esperan que Sarkozy convoque una elección primaria para elegir quién de entre ellos debe ser el candidato de la UMP en la próxima elección presidencial. En principio, Sarkozy ha confirmado la celebración de esa consulta interna. A su juicio, en las primarias solo deberían votar los militantes del partido. A juicio de Juppé, las primarias del centro derecha deben estar abiertas a todos los electores potenciales.Se trata de una guerra clásica entre las familias conservadoras francesas desde hace varias décadas.

«Déjà vu»

El enfrentamiento entre Valery Giscard d’Estaing y Jacques Chirac, entre 1976 y 1981, facilitó la elección de François Mitterrand. El enfrentamiento entre Chirac y Edouard Balladur, en 1995, abrió un cisma cainita que tardó años en cicatrizar malamente, abriendo nuevas guerras entre partidarios del uno y el otro, cuyas heridas siguen sangrando veinte años después.
Entre 2002 y 2007, Chirac y Dominique de Villepin (su primer ministro y protegido), intentaron destruir políticamente a Sarkozy. Acalorado, Sarkozy declaró que colgaría en un clavo de carnicería la cabeza de quien había destruido su matrimonio (Villepin). Hoy, el mismo Chirac apoya a Alain Juppé (que también fue su primer ministro) contra el mismo Sarkozy.
Si Sarkozy consiguiese evitar o eludir la celebración de unas primarias, Juppé tiene previsto presentar su propia candidatura rival. En 1981 y 1995, la presentación de dos candidatos de centro derecha favoreció la elección y reelección de François Mitterrand.
Jean d’Ormesson, patriarca de la gran literatura francesa de nuestro tiempo, comenta el anunciado duelo entre Sarkozy y Juppé en estos términos: «La batalla de la derecha será dura. Esperemos que sea digna».

No hay comentarios:

Publicar un comentario