Mezquita-Catedral de Córdoba. El turismo, un 'poderoso' argumento para atacar a la Iglesia
En una carrera de obstáculos contra el más común de los sentidos, dice Rodríguez que es “inaceptable la actitud fundamentalista de la curia, que antepone su credo religioso al sentido común y a la naturaleza histórica del monumento”. Y claro, todo eso, dice, puede afectar al turismo. Cervantes le contestaría con lo que dejó escrito en ‘El Quijote’: “Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras”.
¿Ignora Javier Rodríguez el folleto que recibe el visitante o lo que dice el portal en Internet de la Catedral de Córdoba? Sólo una referencia de lo que así se dice que no dice el consejero de la Junta de Andalucía: “Es la Iglesia, a través del Cabildo, quien ha hecho posible que esta Catedral, antigua Mezquita del Califato de Occidente, y Patrimonio Histórico de la Humanidad, no sea hoy un montón de ruinas. Porque una de las misiones de la Iglesia siempre ha sido custodiar e inspirar el arte y la cultura. La visita a la Catedral de Córdoba puede despertar la exigencia de una Belleza más grande, que no se marchite con el tiempo. Porque la belleza, al igual que la verdad y la bondad, es un antídoto contra el pesimismo, una invitación a gustar la vida, una sacudida que suscita nostalgia de Dios”. Hispanidad
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