Descabezados
¿En qué otras cuestiones no tiene interiorizados los tópicos democráticos la jefa de los servicios de inteligencia?

Cuando había que reaccionar en Cataluña, y hasta que aplicó un 155 reticente que, todo hay que decirlo, no encontró resistencia de ningún zelote supuestamente predispuesto al sacrificio, el Gobierno solía delegar las obligaciones, es decir, solía transferir el marrón. A los jueces, a la fiscalía, al discurso del Rey, incluso a los españolistas de Cataluña que tenían que salir a ganar la calle, cosa que hicieron. Pero ahora, metido en una campaña electoral cuyas expectativas son nefastas, el Gobierno ansía acaparar todos los méritos, incluso los judiciales, de ahí que Soraya Sáenz de Santamaría haya salido en tromba a ufanarse de que su jefe «descabezó» hidras indepes y puso bajo cerrojo a los malevos. Toma ya pétalos vestales en la Vía Sacra en ofrenda de aquel a quien nadie en el PP recuerda que también él es mortal.
De acuerdo a las convenciones de derecho entre las cuales nos movemos, la Constitución sólo concede al presidente del Gobierno la facultad, a través del 155 «soft», de disolver el parlamento y el gobierno catalanes y convocar elecciones. Como cualquier otro ciudadano, el Gobierno puede además interponer querellas. Pero los descabezamientos y los encarcelamientos son, en teoría, facultad exclusiva de los jueces, siempre que nos empeñemos todavía en creer en la separación de poderes y en la ejemplaridad democrática incluso cuando la mismísima vicepresidenta del Gobierno hace declaraciones que las ponen en duda. ¿En qué otras cuestiones no tiene interiorizados los tópicos democráticos la jefa de los servicios de inteligencia?
Estamos ante toda una hazaña de la habilidad política. En plena campaña electoral, y sólo por la voluntad hagiográfica de lucirse ante el jefe, la vicepresidenta regala al independentismo una declaración que puede servir para legitimar los «fakes» acerca del eterno franquismo oculto bajo una máscara democrática. Sabemos que no es así. Pero sabemos también que no podemos permitirnos estos errores. Ni aunque haya sido declarado prioritario el hallazgo de un mérito de Rajoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario